Sus caras son las piezas de juego. A veces tienes que romper corazones para salvar el día. Rompecabezas ridículamente encantadores, envueltos en una historia épica de amor y peligro, rematados con una auténtica banda sonora de cuerdas de antaño. El objetivo es poner a cada uno al lado de sus amigos. Pero no se puede complacer a todo el mundo todo el tiempo. ¡Las reglas son sus emociones. Y definitivamente hay que salvar el día: volcanes, pollos que explotan, invasión planetaria y un chico que.
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